Una de las grandes promesas de la cantera del Cádiz CF es el lateral zurdo Pablo Molina, el mismo que ayer debutó con el primer equipo cadista en el amistoso que lo enfrentó contra el Córdoba CF en tierras marbellíes.
Pablo Molina Álvarez nació en Cádiz el 6 de abril de 1995, tiene 19 años y la pasada temporada fue capitán del Cádiz CF Juvenil de División de Honor. Para la próxima campaña, ya como senior, Molina continuará a las órdenes de Fernando Niño, pero ya en el Cádiz CF B.
El futbolista, casi en una nube tras su debut, atendía a PORTAL CADISTA "hoy ha sido el día más feliz de mi vida. He debutado con el equipo al que he pertenecido desde pequeño y el premio es estar aquí en Marbella hoy. Me daba igual jugar tres minutos que hacerlo treinta. He jugado y estoy muy muy feliz".
Estuvo entrenando en la banda durante toda la segunda parte con las ganas puestas en jugar de amarillo "calentaba y tenía muchísimas ganas de entrar. Cuando nos volvimos a poner por delante ya sentí que el sueño estaba cerca y el míster por fin me sacó", continuó.
Pero Molina tiene los pies en el suelo "estoy entrenando con el Cádiz B a las órdenes de Fernando Niño y mi cabeza está allí. Si Antonio Calderón tira de mi para entrenar con la primera plantilla, mucho mejor, pero estoy en el primer año de senior, quiero entrenar a tope y a ganarme un sitio en el Cádiz B. Este año la Tercera es muy buena y hay que morir".
Y si de alguien se ha acordado en su debut es de su padre, un gran cadista y del cual ha heredado su pasión por el amarillo y el azul "mi padre es el que más se ha sacrificado por mi y hoy ha venido hasta aquí y siempre me apoya. Yo lo tengo como un referente y cuando juego lo primero que hago es mirar la grada y ahí está él", concluyó.