"Sujetar a un adversario, evitando con su acción una manifiesta ocasión de gol". Esta fue la escueta explicación en el acta del partido entre el Celta y el Cádiz por parte del colegiado extremeño Gil Manzano sobre la expulsión de Víctor Chust pasada la media hora de encuentro. Una decisión que prácticamente nadie entendió, no solo por lo dictaminado por el árbitro sobre el césped sino sobre todo porque desde el VAR Del Cerro Grande no le pidiera al menos revisar la acción.

El Cádiz está en su derecho de presentar alegaciones a dicho acta para evitar el castigo al central, para ello tendrá de plazo antes de las 14:00 horas del segundo día hábil siguiente al del partido, pero ya de antemano parece muy complicado que tanto estas como un futuro recurso a la sanción pueda prosperar. La entidad cadista debería poder probar un error manifiesto y en este caso es muy difícil hacerlo para desvirtuar la presunción de veracidad del colegiado, tal y como se recoge en el artículo 27 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Fútbol. En este caso el agarrón existe y la interpretación de ocasión manifiesta de gol es subjetiva por parte del árbitro.

De todas formas habrá que esperar a lo que deparen los próximos días con lo dictaminado por el Comité de Competición, si finalmente se termina presentando el recurso de alegaciones. De ser presentado y ante los mínimos visos de prosperar en esta primera instancia, habrá que esperar al Comité de Apelación para conocer la decisión definitiva y saber si la participación de Víctor Chust ante el CA Osasuna puede ser posible.