Una amplia representación de la plantilla, el cuerpo técnico y la directiva del Cádiz CF Virgili se reunió en la noche del viernes para celebrar la tradicional comida de final de temporada, con las miras puestas en buscar la financiación suficiente para poder competir el próximo curso en la Segunda División B, después de haberse ganado el derecho deportivo a poder competir en la categoría de bronce del fútbol sala español.
El lugar fijado para la cena fue el restaurante italiano Ettore de San Fernando. El presidente de la sección cadista de fútbol sala, Pablo Isorna, agradecía emocionado la gran temporada de sus jugadores y regaló a cada uno de ellos la camiseta que han lucido durante este año.
No ocultaba Pablo Isorna su ilusión por afrontar la próxima temporada en Segunda División B, aunque reconocía de las dificultades económicas que atraviesa el club.