Seis líderes en quince jornadas, doce equipos que han pisado alguna vez territorio de ascenso a Primera División y un ciclo de euforia y depresión que se repite cada vez que alguien pasa por el primer puesto de la tabla. De los seis conjuntos que han liderado el campeonato, solo dos siguen en posiciones de privilegio. Se trata del Cádiz, el último en llegar a ese puesto, y el Eibar, recién destronado por el equipo de Víctor Espárrago. Los demás -Terrassa, Xerez, Poli Ejido y Real Valladolid- comenzaron un sube y baja que les ha obligado a remontar posiciones. Algunos, como el Terrassa de Juanma Lillo o el Polideportivo Ejido de Pepe Mel, todavía no se han recuperado del todo.
La Segunda División se ha convertido en una categoría gobernada por una presión insoportable. Cualquier equipo que hilvana tres resultados positivos empieza a notar tras de sí la exigencia del ascenso. Directivos y aficionados se entregan a la euforia desmedida y provocan crisis en plantillas que no están concebidas para subir a Primera. Padecen un desgaste psicológico excesivo y bajan su rendimiento casi inmediatamente.
El Levante, un ejemplo
En Primera, el parangón es el Levante. Un recién ascendido, con un técnico, Bernd Schuster, de estreno en la élite española, y que después de catorce jornadas ha conseguido situarse décimo, con 20 puntos, tras haber pasado por la zona de Liga de Campeones y haber doblegado en la tabla a su gran rival, el Valencia. Un mal partido frente al Real Madrid en el Bernabéu le costó encajar un cinco a cero rotundo. Y las críticas recibidas por el técnico y por el equipo fueron descomunales, del tamaño que supondría una eliminación del Real Madrid en primera ronda de la UEFA, por ejemplo.
En Segunda, este tipo de agobios son el uso común para todos aquellos que se acercan a la zona alta. El Poli Ejido logró soportarlo durante tres jornadas en las que conservó el liderato, y ahora campea por el undécimo lugar de la clasificación. El Xerez es, de largo, el equipo que se ha mostrado más consistente. Ha ocupado el primer lugar durante cuatro jornadas, las mismas que el Eibar, pero ha estado en puestos de ascenso más veces que nadie, diez, por ocho del Eibar, el único capaz de seguirle el ritmo.
Sergio Kresic anunciaba antes de comenzar la temporada que había entre doce y quince equipos que partían con aspiraciones de meterse en Primera División. La cifra se antojaba exagerada, pero lo cierto es que después de quince jornadas nadie ha logrado marcar diferencias claras. Ahora mismo, el decimoquinto clasificado, el Sporting, está a seis puntos del Alavés, tercero. Una distancia paupérrima después de quince jornadas. En Primera División, el decimoquinto es el Athletic, que se encuentra a once puntos del tercero, el Espanyol.
Cuando restan seis jornadas para acabar la primera vuelta, todavía hay un bloque enorme de candidatos al ascenso. .
Fuente: http://www.nortecastilla.es/pg041208/prensa/noticias/Deportes/200412/08/VAL-DEP-235.html