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La Crónica Daltónica (desde otro color):
Cádiz 2 - Écija 0 |
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09.10.2011 |
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“El aburrimiento no puede existir donde quiera que haya una reunión de buenos amigos”. René de Chateaubriand.
Rendía visita al nuevo Estadio a parches Ramón de Carranza con el ayuntamiento de Cádiz sin… aclarar eso de ser presuntos confesos de entregar a una presunta Fundación (creada ad hoc porque queda chungo que una SAD, por muy D que sea, reciba moniatos de una entidad pública) un presunto dinero de todos los gaditanos y que, según el propio concejal de deportes, ha sido presuntamente utilizado indebidamente (fea cosa tipificada en el código penal) sin que hasta la fecha haya dimitido responsable alguno ni hayan dado cuen de las cuen, que diría Chiquito, el Écija Balompié.
Al encuentro no pudo asistir Juan José Pina, que se encuentra muy liado con el tema del diseño de la nueva cocina, los planos de los muebles del ikea, la mudanza, etc. El hombre ya había conseguido un partidito en la calle Pasquín que, puestos a comparar, es más gaditana que Isabel La Católica, donde va a parar, pero habida cuenta de lo que cobra el ayuntamiento por luz, agua (de los más caros de España), basura, el ibi (no confundir con el Libi, gran autor carnavalesco) y los impuestos de los vehículos, ha manifestado su intención de hacerse mejor con un piso de protección oficial, por lo que se ha apuntado a la lista para los sorteos de Procasa. Normal, si pagara lo que pagamos los gaditanos en impuestos no tendría ni un euro para fichajes de invierno.
Antes de iniciarse el encuentro la plantilla entregó una camiseta firmada por todos los integrantes a Inés, una aficionada cadista muy especial, que tiene la increíble facultad de ver los partidos de su Cádiz solo con el corazón, cuando los demás también necesitamos de la vista y, la mayoría de las veces, ni con eso nos enteramos.
El partido comenzó con un ritmo frenético, con un Cádiz con ganas de resolver pronto la contienda y a fe que pudo hacerlo en el minuto dos, cuando Akinsola se queda akinsolo delante del portero pero en ese instante se sintió cómodo y se tiró a dormir la siesta, sin tocar la pelota.
Pero enseguida, en el minuto seis se adelanta el conjunto local. Ikechi se interna con facilidad por banda izquierda dispara al palo, gouy, el rechace va a Akinsola, que con el punto de mira desviado falla estrepitosamente, gooouyyy la pelota no sale, Dioni dispara al muñeco goouuuyyyy, rechaza Ramón, le vuelve a Dioni y la pasa atrás a Ferreiro-Roché que amaga y marca con la derecha un golazo de categoría internacional batiendo por la escuadra al portero ecijano. Joé, qué jugada más larga.
En el minuto diez Akinsola protagoniza un slalom gigante yéndose de cuantos le salen al paso pero su tiro sale más desviado que el tabique de Belén Esteban.
Acto seguido es el Écija quien tiene su chance por medio de Honorio, que intentó adornarse haciendo uso de una vaselina pero finalmente no dio con el boquete.
El partido estaba trepidante tirando a nostamal y así en el minuto veinte Goicoetxea lanza un preciso pase a la espalda de los centrales astigitanos de la cabra para que Akinsola remate la faena batiendo al potero por bajo. El tanto, no el jugador, que también.
Con este gol Bebo Akinsola supera la mítica cifra conseguida por Loreto, Sánchez Pose y Lajos Scroch juntos y se aproxima vertiginosamente a la lograda por Macedo, Rafa Bono y Rosu juntos. Parece descartada este año la Maldición de Jordao, aunque nunca se puede decir de esta agua no “Beboré.”
A partir de ese instante, el juego del Cádiz se vuelve lento, impreciso, previsible, tedioso, soporífero, aburrido, pesado, monótono, soso, letárgico, cansino, enojoso, insufrible, antipático, plúmbeo, rácano, esto… no sé si me explico, algo feote de ver.
La segunda parte tuvo menos intensidad que una bombilla de los chinos. Los 6.851 (y bajando) espectadores que asistieron intentaban distraerse como podían: unos leyendo a Kant, otros visionando películas de Bergman, aquí veían documentales de física cuántica, allá escuchaban el discurso del Rey de las navidades pasadas, acullá oían los grandes éxitos de Leticia Sabater… pero ni por esas.
Por destacar algo un buen tiro de Toti, que despejó a córner Ramón en una gran intervención y otra buena jugada cadista, pero al llegar al área visitante Alejo aleja.
En fin, que si la semana pasada hubo baño y masaje en Lucena, esta semana tocó descanso en Carranza. Lo más importante, los tres puntos que se sumaron que colocan al equipo en puesto de play off por primera vez en la temporada y que ningún torno se estropeó.
Esperemos que, como decía Chateaubriand, estos chicos se hagan buenos amigos y la próxima vez que se reúnan para jugar no nos aburran tanto.
Toca tomarse una copa en Orihuela. Pero en serio, ¿eh? A vuestra salud.
Abrazos cadistas.
José Manuel Ramos «Pichili»