No Ramón, no... Los amigos no se van sin despedirse. No podemos pasar de estar bromeando el viernes a hoy tener que decirte adiós. Desde el sábado hemos sido muchos los que te hemos mandado fuerzas y mensajes de ánimo para que todo quedara en una pesadilla. Sabes que desde el sábado estamos con el alma en vilo, pensando que no, que no podía ser verdad que tu cuerpo hubiera dicho basta.
¿Recuerdas cuantas veces te decíamos que coger el Cádiz no era buena idea? ¿Verdad, Ramón? ¿Acaso no recuerdas cuando ese lunes por la tarde, después de ese aviso en forma de ataque de ansiedad, te encontré paseando con tu inseparable Marina y te dije que no te merecías estar así?... No Ramón. Por muy cadista que fueras no merecías dar tu vida por este club, porque el que tú viviste y el de ahora no tienen nada que ver. Fue injusto ver como en dos semanas envejecías 20 años. ¿Verdad, Ramón que te lo decíamos?.
Apenas unas horas después de dejarme mudo, no puedo dejar de recordar nuestra última tertulia con Antonio Díaz. Como te decíamos que ese '¿Verdad, Ramón?' se había convertido en santo y seña de tu 'submarino amarillo'. Pero tu 'submarino amarillo' era el de la tranquilidad de la televisión, no el de regresar a sufrir a un banquillo por una causa que todos sabíamos que estaba perdida.
Nos dejas solos por las mañanas en El Rosal. Ya tuvimos que renunciar a que fueras uno de los nuestros para volver a verte en el césped, pero nunca pensamos que el renunciar a ti llegara tan pronto. ¿Quién nos va a regañar ahora por llegar tarde, o quién nos va a contar las historias tan manidas que te convertían en ese abuelo cebolleta?. ¿Nos dejas sólo con el recuerdo del 'hombre-milagro', con los entrenamientos, con cómo arreglaríamos el equipo o quién llega más rápido en un viaje?...
Ay Ramón... Que no. Que tu final no era así, que no te hicimos ningún homenaje porque queríamos verte el pelo cano y que perdieras ese tipo de atlético cuarentón, envidia de los que apenas hemos sobrepasado la treintena...
Tú merecías un reconocimiento al sacrificio, al amor a un club, al sufrimiento desde el césped al plató. ¿Verdad, Ramón?. Amigo no te irás nunca porque te queda una promesa pendiente. Aunque te quitaste el bigote, me prometiste que cuando ascendiéramos te lo dejarías. Y más pronto que tarde, así lo espero
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José Grima
Jefe de Deportes de Onda Cero Cádiz y presentador de Carranza 10
@josegrima