No pocas veces hemos escuchado estas palabras en lo referente al Cádiz durante los últimos años y pasa lo mismo en las últimas semanas. De eso depende cada paso que se da en el club y que lleve implícito alguna operación económica. Los administradores concursales deben dar, con su visto bueno, luz verde a salidas, entradas, renovaciones, etc. Darlo también al cierre del presupuesto anterior (para ello deben pagarse las deudas a jugadores y empleados) y hacerlo además con el de la 2013-2014 que no tendrá ni las propinas de los traspasos de Chico y Suso, así como tampoco la participación del equipo en Copa del Rey.
 
Con todo preparado se debe configurar una plantilla de garantías que sea capaz de convencer a una afición muy quemada que va a exigir desde el primer día y de demostrar en el aspecto deportivo lo que no se conseguía el año pasado. Una afición que tendrá que dar su visto bueno particular en la campaña de abonados que comenzará en las primeras semanas de julio.
 
Si se consigue da igual quien lo haya logrado. Sea gracias a Agné, Gaucci o Antonio Manzano. Es una obligación que el cadismo, y espero que los máximos responsables, a estas alturas ya lo saben. Con igual o menor presupuesto la clave es acertar con lo que se traiga, sean hombres o nombres, y que no queden en agua de borrajas todos los errores admitidos la temporada anterior por los culpables del bochornoso ridículo.