Este domingo el Cádiz se ha dejado en Guadalajara una oportunidad de oro de mantener la esperanza de acabar como primeros la temporada. Es cierto que aún queda mucho para que finalice la competición, pero en mi caso no hablo de matemáticas sino de sensaciones. Y las que tengo no miran precisamente a finalizar como campeones.

La situación institucional, más bien económica que eso lo resume todo mejor, no deja de crear incertidumbre en todos los estamentos del club. Decir que eso no afecta o no debe afectar es no vivir la realidad. Un club con urgencias deportivas debe ir acompañado de un entorno amigable y tranquilo para conseguir los objetivos. Los años de fracasos y éxitos así lo han demostrado.

Tampoco lo deportivo va de la mejor manera. La temporada fuera de casa está siendo mala y los datos negativos ya comenzaron a gestarse desde la primera jornada. Agné no ha dado aún a domicilio con la tecla para dotar al equipo de esa personalidad que sí tiene en Carranza. Eso, unido a sanciones y lesiones, hacen que lejos de Cádiz lo normal es ver a un equipo amarillo sin las ideas claras.

Siempre tiendo a huir de los exacerbados optimismos o pesimismos. Me gusta situarme en el realismo y éste solo me dice que hay que mirar más a afianzarse entre los cuatro primeros, reforzar muy bien la plantilla si da tiempo y pensar en llegar fuertes al playoff final. Para eso es lo que estamos haciendo merecimientos.

Miguel Ángel Vallecillo
Redactor de Portal Cadista

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