Desde el principio de esta temporada, he sufrido con los que están en el césped. Y con ellos voy a seguir haciéndolo de aquí al final de liga. Sólo por ellos mantengo ese gramo de esperanza en mi cerebro (que no en mi corazón) que me dan las matemáticas. Por ellos y sólo por ellos: desde Limia, pasando por todos los que habitan el banquillo cadista, terminando por Juanito Marchante y por una afición que es de lo poco de Primera División que tiene este Cádiz CF. Por el resto no voy a sufrir. De eso tampoco les quepa duda.

Los cadistas estaremos ahí para sufrir lo que haga falta, pero ese sufrimiento no se va a convertir jamás para algunos en una cortina de humo que nos impida ver la realidad de las cosas que pasan en nuestro club.

SI, SI, SI, LO VAMOS A CONSEGUIR. Y lo vamos a conseguir desde el césped, no desde el palco. Y jugando al fútbol, no con milagros.