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Así ha comenzado la rueda de prensa que había anunciado el Cádiz CF para este mediodía. En la mesa Antonio Muñoz, Alberto Benito y Oli. Lo que se barruntaba horas antes, se iba a hacer oficial. El entrenador elegido para llevar a cabo el proyecto exigente de ascender a Primera iba a ser comandado desde el banquillo por el hombre que con su gol en Chapín abrió hace un año las puertas de la Liga de las Estrellas al equipo amarillo.
Benito explicaba hace unos días que la búsqueda del entrenador se basaba en una característica clara: que fuera valiente. No me cabe duda de que Oliverio Álvarez cumple con creces esa premisa: es un luchador incansable, un ganador nato. Y eso lo va a demostrar a buen seguro cada jornada desde el banquillo.
Pero eso será a partir de Agosto. Hasta que llegue esa fecha, tendrá que demostrar también su valentía en otras lides. La primera de ellas vendrá a la hora de confeccionar la plantilla, ayudado como no de Alberto Benito y respaldado por un Consejo de Administración que tiene que estar, ahora más que nunca, a la altura de las circunstancias exigidas: el ascenso. Oli debe ser valiente a la hora de exigir recursos para completar una plantilla de plenas garantías con la que afrontar el tan difícil reto de ascender. Todos sabemos lo complicada que es esta categoría y esperamos que los errores del pasado no se vuelvan a cometer. Luego, el destino dirá si se puede conseguir o no el objetivo. Pero el nuevo mister debe tener desde el comienzo de la competición, las herramientas necesarias para al menos intentarlo.
Un entrenador valiente, una afición entregada, un ascenso como objetivo.
Esto tiene que salir bien. Enhorabuena, mister y a por ellos.