“Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria”. Cicerón.

La única vez que tuve suerte en un sorteo fue cuando me tocó hacer la mili en los Regulares en Melilla. En cuanto me vio el sargento que no podía ni con el fusil  me dijo que yo era Regular,  pero regular tirando a fatal y me mandaron del tirón al hospital,  donde alegué para librarme innumerables enfermedades que ni siquiera sabía que existían mientras planeaba en croquis imaginarios fugas imposibles para desertar. Al final me libré del sargento por pies cabos, las cosas de los rangos. Peor suerte corrió mi amigo el Poli,  que escuchaba el sorteo desde el fondo -decían a voz en grito nombre del mozo y destino-  y preguntó incauto, “perdone, ¿qué ha dicho, de militar queda exento?”,  y el soldado  le respondió “no, picha, te he dicho región militar zona centro”. Y tragó el pobre más mili que Cascorro.

Qué alegría cuando me dijeron… ¡Haya paz, por pupá! Y ya está Papuchi buscando alquileres baratitos por la Alameda. Así de sencillo. De enemigos irreconciliables a amigos para siempre, aunque lo de estos dos más que de León Tolstoi es de leí el tostón, porque ya cansan.

Tras la gesta de Ferrol la suerte ha deparado el duelo contra el Racing de Santander, otro equipo  histórico que anda histérico por salir del pozo  con la ayuda del empleado de Pozzo. Entrenado por Munitis  -aquel pequeño delantero  que tenía en las piernas dos gemelos que más que gemelos  parecían trillizos-  es un equipo curtido y aguerrido que  cuenta con viejos conocidos de la parroquia cadista como son César canela en rama, Migue García y Dioni, que ya ha jugado más partidos contra el Cádiz que con el Cádiz.

A priori la contienda  está muy igualada, pero si la justicia divina existe la balanza debe inclinarse a favor del Cádiz, porque aguantar durante 20 años a la santanderina con la cabeza más oxigenada de toda Cantabria créanme que convalida por tres eliminatorias por lo menos.

 El Domingo  se cumplen 39 años del aquel histórico 5 de junio del 77, fecha grabada con letras de oro  en la memoria del cadismo en la que se alcanzó la gloria de la primera división. El triunfo en La Malata debe servir para que recuperemos la ilusión perdida. Carranza tiene que rugir como solo Carranza sabe hacerlo. Afición y equipo todos a una sin cejar en el empeño, porque ahora es nuestro  momento.  Así todos sabrán que los cadistas estamos hecho de otra pasta, de la materia con la que se fabrican los sueños.

José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Portal Cadista, 8TV y SER Deportivos Cádiz.