MiNiBuDa/esecadizoe.com
Se aproxima la celebración de los Tosantos, o tal y como la moda la ha impuesto en los últimos años, la fiesta de Halloween. Pero sin necesidad de ser excéntricos e irnos ni a los Estados Unidos ni a Irlanda ni al Reino Unido, los cadistas tenemos nuestra noche de miedo particular, y más aún si tenemos presentes las últimas actuaciones que el equipo amarillo ha llevado a cabo.

Como niño que va de puerta en puerta pidiendo caramelos, va el Cádiz en cada campo intentando arañar algún dulce caramelo en forma de puntos y encomendándose a todos los santos para satisfacer a la increíble y paciente afición que tiene. Una afición que ya se está cansando de que su equipo vague como alma en pena por su casa y por casa ajena, y que es exigente como la que más, ya que ha dicho todo lo que tenía que decir mostrando sus pañuelos cara al palco, para que de una vez por todas sean escuchados los clamores populares.

[Sigue...]

Y es que ya los aficionados andamos un poco cansados de sentarnos en nuestro asiento con el miedo en el cuerpo de ver cómo un equipo que está llamado a mantenerse pase por encima a uno con serias aspiraciones de ascenso (según el discurso de principio de temporada). Menudo susto es el que se nos mete en el cuerpo cuando vemos una ocasión en contra entre la debacle de juego sin sentido que practican los once jugadores que se visten de amarillo. Parece claro que partido a partido en lugar de que se nos abran los tornos para acceder a un estadio de fútbol, se abriesen éstos para que accedieramos a la más cruel y escalofriante casa del terror.

Ese es el guión que se ha querido hacer este año entre jugadores, cuerpo técnico, directiva etc. Ellos son los culpables de poner a la venta una historia digna de un argumento de Tim Burton.

Entonces ¿con qué nos quedamos? ¿susto o caramelo? Mejor dejemos que pase el día de Halloween y esperamos que venga otro fín de semana para seguir diciendo que pase de nuevo el día de Halloween y así sucesivamente. Al final la vela de la ilusión que está dentro de la calabaza que es nuestro Carranza se terminará apagando y será cuando tengamos que decir todos ¡Hasta el Halloween del año que viene! Ya que en éste año ya no habrá más nada que hacer.

Felíz festividad de Todos los Santos a los cadistas.