Ahora en casa los equipos lo saben y montan una tela de araña que devora cualquier hueco existente. Difícil solución tiene esto. La única que se me ocurre, es el fichaje de un delantero con mucha envergadura y especialista en este tipo de acciones. Pero los Carew, Zigic, Makukula, Klose o Crouch ya tienen equipo y los que quedan son caros o están escondidos. Quizás haya que buscar alguno de esos últimos.

Para calibrar de manera acertada estos dos últimos resultados, es necesario dar un par de pasos hacia atrás y ver desde la distancia lo que ocurre ahora. Hace unas jornadas tan sólo cualquier equipo nos ponía al borde de un infarto cuando el balón merodeaba nuestro área. Ahora esa sensación parece haber desaparecido de la grada. Pero así solo puedes aspirar a ser un equipo de mitad de la tabla y no un conjunto llamado a metas mayores y que, como dice el Presidente, es de los mejores pagados de la categoría. Lo cierto es que viendo al equipo y escuchando a Muñoz, sigo sin saber aún a qué aspiramos. Parecen dos discursos que van por distinto camino y espero que el mercado invernal consiga que lo que se vea en el campo encaje en un mensaje presidencial que cada jornada tiene menos veracidad.

Ahora llegan dos partidos idóneos antes del parón navideño (Lorca y Ponferradina) y cuatro más antes de poder incorporar a nuevos jugadores (Elche, Málaga, Real Madrid y Vecindario) para reforzar esa teoría del club: En los dos primeros, todo lo que no sea encarrilar una racha de victorias, tira por la borda lo escuchado desde este verano.