El encuentro del sábado tuvo dos caras. La primera con un Cádiz en tromba haciendo dos goles en los primeros 14 minutos con un Pablo Hernández convertido en estilete para punzar la defensa salmantina. Su técnico Javi López aún debe estar soñando con el valenciano y con la solución para pararlo. Un gol y una asistencia para un jugador listo como el hambre y que sabe muy bien cual es su papel en este deporte en el que cualquier oportunidad es única para demostrar tu valía. Por otro lado, Abel. Su sola presencia en el campo aclara las ideas del resto de compañeros y facilita la labor de creación con cosas fáciles pero que hasta ahora nadie hacía: ver espacios, mantener el balón o soltarlo rápido según la ocasión y dar frescura ofensiva a la hora de la creación de juego. Una verdadera pena que estos dos jugadores no luzcan la amarilla desde principio de temporada. Esperemos que hayan llegado a tiempo. Luego de haber nadado, tocó guardar la ropa. La segunda mitad tuvo la tranquilidad que otorgaba el resultado y los aficionados pudieron disfrutar de unos minutos

El gol llega pero sigue sin hacerlo desde la delantera. El debate continúa donde debe: fuera de Carranza. Dentro del estadio, como quiere el presidente, remaron todos hacia el mismo lado y Medina se llevó una gran ovación al ser sustituido en premio a su esfuerzo y derroche físico. En foros, tertulias y charlas, la controversia continúa y es sano que así ocurra. Ojala en Castellón lo zanjen quienes deben hacerlo: los delanteros.

La liga por arriba sigue sin tregua. El Almería sigue sacando sus partidos in-extremis y Murcia y Valladolid siguen con paso firme. Conforme vaya acercándose el final puede que aparezcan viejos fantasmas, miedos a las alturas y bajones físicos inesperados. Si eso ocurre, ahí debe estar el Cádiz al acecho para aprovechar la oportunidad en el sprint final. Estamos acostumbrados y la historia del Cádiz se ha escrito con la tinta de esas proezas.

El próximo capítulo, Castellón. Un bonito desplazamiento para el que no hay excusas logísticas para perdérselo. La FPC ya se ha puesto en marcha para que todo aquel que quiera, pueda estar insuflando ánimos en Castalia a los de Jose González. En estas fechas, hay que poner toda la carne en el asador. La comunión entre equipo y afición está viviendo su mejor momento de la liga y, aunque los de la grada no metamos goles, nuestro ánimo sí que motiva y alienta a los del césped como nada en el mundo.