Piña. La unión o desunión de un vestuario se convierte en arma arrojadiza para muchos y que se empuña a veces de manera ruin y torticera. Si el entrenador que hay no gusta, siempre se puede apelar a la desunión del vestuario para hacerlo a él responsable de ello. Si el técnico es el preferido, ya puede ser todo una olla de grillos que se tapa lo que haga falta para que se vea como una balsa de aceite. Ha pasado siempre, pasa y pasará. Va unido al fútbol mediático de hoy en día y a las filias/fobias personales más allá de lo meramente deportivo. Este deporte, desde que ha llegado a las cotas actuales de profesionalización, no se debe observar como un grupito de amigos que se reúne cada semana para jugar un partido. En los vestuarios ahora hay profesionales, cada uno de una condición, de una madurez y de unas costumbres diferentes. Terminan su trabajo, se van a casa y continúan con su vida al día siguiente. Ese es el fútbol que tenemos y que hemos creado entre todos.

Paños. Esta jornada no ha habido expulsiones en contra, penaltis dudosos ni arbitraje desfavorable. Por lo tanto, tampoco hay paños calientes. El mister admite que los cambios ofensivos de la segunda parte pudieron desequilibrar al equipo. Mala cosa si el atacar nos desequilibra, porque en el fútbol la mayoría de victorias se obtienen atacando. Puede que eso sea el motivo de la no llegada de un delantero en el mercado invernal. Ya se sabe, más ataque igual a más desequilibrio. Cosas del fútbol que se nos escapan a los aficionados. Y yo que me acostaba estas semanas pensando que lo que desequilibra a un equipo es poner a diestros en lugares de zurdos.

Tengo mucho que aprender.

Image
Trekant Media SL
ESB72147374
Cádiz
WhatsApp: (+34) 645 33 11 00
redaccion@portalcadista.com