«El optimismo es la fe que conduce al éxito. Nada puede hacerse sin esperanza y confianza». Helen Keller
Sí, vale, el Cádiz está fatal tirando a tú verás cómo al final... Es evidente que en la segunda vuelta el equipo ha dado un bajonazo más grande que los que daba Curro Romero con el estoque y lleva una rachita en la que no gana un partido ni por equivocación. Ahora mismo, con la maldición de Jordao en todo lo alto, que un delantero cadista marque un gol es como que Fran González sea alcalde de Cádiz, posible pero improbable.
En su magnífica y siempre recomendable columna semanal en Radio Cádiz, mi querido Ángel Núñez evocaba con ironía gaditana expresiones del mayo francés, adjudicándole al equipo de Cervera la del filósofo Herbert Marcuse: «Seamos realistas, pidamos lo imposible». Lleva razón, parece imposible que en esta dinámica de juego el Cádiz gane un partido. Pero seamos realistas, contra viento y marea, puntito a puntito, ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo aferrado a los puestos de play-off por el ascenso. En Albacete, un empate más; una jornada menos.
Sostiene Cervera que desde que están obligados a ganar les cuesta muchísimo más, luego tendrá que conseguir que los jugadores se liberen y se sacudan la absurda presión que ellos mismos se impusieron cuando hablaban del ascenso directo. A raíz de ahí les entró la macancoa que les dura hasta ahora.
El play-off pasa por ganar los partidos de casa y los jugadores saben que Carranza no les fallará. El apoyo de la grada, como la pelea en el equipo, no se negocia.
Quedan cuatro finales, doce puntos, todo un mundo. La primera, el lunes contra el Zaragoza de Papu -el carnicero de Georgia- con algo más que tres puntos en juego pues una victoria contra los maños se me antoja definitiva.
El calendario, caprichoso, ha querido que el Cádiz se enfrente en las tres últimas jornadas con equipos que posiblemente tengan todo el pescado vendido y la experiencia nos indica que esos partidos los gana el que necesita los puntos.
El Cádiz depende de sí mismo y nos sobran los motivos para creer en el equipo. Por tanto, soy optimista, no parece muy útil ser otra cosa, que diría Winston Churchill. Unidos podemos, así que pidamos lo imposible. ¿Será por pedir, chiquillo? Po ponme un hat-trick de Carrillo. Ofú, eso sí que es la imaginación al poder.
José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Radio Cádiz y Portal Cadista