«Todo poder excesivo dura poco». Séneca.

Y al final del partido va y se lo mete, va y se lo mete. Menos mal, porque si no es por la genialidad de Dani Romera  ahora estaríamos crucificando al Santo Gafa, a la Banda del Empastre y a la madre que parió a Panete. 

El taconazo en el descuento del nueve cadista impartió  justicia poética en el Carlos Belmonte. Partidazo. Hacía tiempo que no se veía un Cádiz tan serio fuera de su Templo. Los amarillos salieron en pos de la victoria desde el pitido inicial, concentrados en defensa, con toques, pases, llegadas y creando numerosas ocasiones de gol. Vamos, que si una comisión de expertos pasa el partido por el Turnitin y el Plagscan da negativo en plagio, porque no se pareció en nada a ese equipo timorato y ramplón  que acostumbraba lejos de Carranza, demostrando que “otro” fútbol es posible.

Incluso pudo lograr una goleada a poco que los delanteros hubieran estado acertados. A nadie se le escapa que  Carrillo jugó un papel importantísimo en la transición, pero de cara al gol el  chaval  estuvo menos afortunado que PPBlá con “lo de la paguita”. ¡Tes quí ya, PPBlá! Tú sí que tienes una paguita y  de las grandes.

Lo que quedó claro es la unión que existe en este grupo: Servando se parte la cara por el equipo en Tenerife y el equipo se la parte en Albacete por dedicarle el triunfo.  ¡Chapeau!

Tanto la victoria copera como este épico empate deben  servir como bálsamo de Fierabrás que restañe las heridas por los puntos perdidos  e  insufle confianza y moral para, cuanto antes, luchar por los puestos que otorgan licencia para soñar.

En lo institucional el presi a lo suyo, a mandar de sevillanas maneras consumando  su golpe de estadio, un giro para “hacer un Cádiz grande” mientras quita de en medio a su socio y archienemigo. El fin justifica los medios, que dicen que dijo Maquiavelo.  Si te he visto no me acuerdo, te espero en Villamartín que tú ya por aquí ni hablar del peluquín. 

Un Cádiz grande, dice. Como si no lo fuera ya. En fin, a estas alturas del campeonato nada nos  sorprende. Ni siquiera lo de Epi y Blás. Tú verás cómo en pocos días sale que Supercoco ni volaba ni na. Las cosas de la posverdad.

José Manuel Ramos 'Pichili'
Colaborador de Radio Cádiz y Portal Cadista