Yoni Weiss/PortalCadista.com.
Tercera jornada de Liga y pese a haber ganado el juego del equipo ha despertado inquietudes. Muchos apresuramos la llegada al Ramón de Carranza para ver el calentamiento y confirmar el once que pondría García Remón en liza. El entrenador se reafirmaba en que el centro del campo seguiría siendo para la dupla Bezares-Fleurquin. Que no estaban todavía los nuevos fichajes con el rol de tomar la manija del equipo.

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Yo sé que la afición siempre demanda de las caras nuevas en cada inicio de temporada pero D. Mariano no es partidarios de hacer cambios bruscos en las alineaciones y menos aún con gente que acaba de llegar y aún deben aclimatarse. Hasta ahí puedo verlo normal. Pero lo que ya no me resulta convincente es que pretenda ofrecernos una propuesta de fútbol de toque y posesión con hombres que no están dotados para esos menesteres.

El entrenador volvió a cargar la pistola con solo una bala en la recamara, solo que a diferencia de la semana anterior esta no coincidió con el percutor del revolver y pudo sacar una victoria que dejó a todos los asistentes al templo cadista con en corazón en un puño. Para mí, la única diferencia entre la anterior jornada y esta no se basa solamente en el marcador. Para mí, la diferencia estuvo en el rival. En Tenerife entraba dentro de las cuentas que se podía caer. Pero lo vivido esta última jornada en Carranza ante un Salamanca, que a fé de ser sincero me parece de lo peorcito de este equipo en las últimas 5 campañas, raya lo esperpéntico. ¿Cómo puede un equipo incapaz de generar ocasiones de gol ponernos a todos al borde de un ataque de nervios? Si analizamos, el rival solo tuvo dos ocasiones de gol en todo el partido. La primera, un cabezazo a bocajarro de Postigo que repele intuitivamente Contreras en la jugada en la que cae lesionado De La Cuesta. Y la segunda, el gol de Dañobeitia bien anulado por manos previas. El resto del ataque Charro fue absolutamente estéril y aún así pasamos demasiadas fatiguitas.

Deberíamos de estar felices porque los guarismos señalan que solo estamos a un punto de la segunda plaza. Pero resulta que el cadismo anda hoy intranquilo. Ahora mismo no hay mucha diferencia entre los que ven el vaso medio lleno y los que lo ven medio vacío. Todos hemos coincidido hoy en que este partido con otro rival nos podría haber costado puntos. Todos coincidimos también en que para que el equipo tenga más fluidez es necesario que la arteria principal esté regada con otro grupo sanguíneo diferente.

Me voy a quedar con la imagen del equipo hasta la consecución del bello gol de Gastón Casas y voy a pensar que todo lo que ocurrió a posteriori fué un mal sueño y motivado por el infortunio de las lesiones casi a unísono, pero por favor D. Mariano, reconsidere qué tipo de fútbol quiere que su equipo practique y ponga en consecuencia los mejores hombres para ello. No juegue más a la Ruleta Rusa porque hay días en que percutor y proyectil pueden coincidir.