Me gustaría hacer unas reflexiones sobre este tema:
Si el fútbol base pide esa ayuda es porque lo necesita, obviamente. En ese partido se verá quien de los que se les llena la boca diciendo que hay que apoyar al fútbol base, se rascará el bolsillo para ver al Cádiz. Pero me temo que ese día, la gran mayoría sufrirá una amnesia colectiva y el aforo presentará una pobre entrada. Ojala me tenga que tragar estas palabras, el campo se llene y la recaudación sea ejemplar.
Yo, pagaré religiosamente ese día la entrada, pero me pregunto para qué demonios sirven mis impuestos, que también pago religiosamente. El ministerio de Educación y Cultura debería gestionar el dinero de los impuestos para esos fines y no es de recibo que yo tenga que pagar dos veces al fútbol base (una con mis impuestos y otra con la entrada del Cádiz).
Y, lo más importante. El fútbol base está integrado en la Federación Andaluza de Fútbol quien tiene la competencia de las ayudas al fútbol base. Una Federación que año tras año ha apoyado a los nefastos dirigentes de nuestro fútbol en la Federación Española, teniendo a su Presidente de la FAF como presidente del Centro de Estudios de Investigación y Desarrollo de la FEF (Organismo que por mucho que he mirado, sigo sin tener la pajolera idea de a qué se dedica). Me gustaría que el fútbol base, a parte de pedir ayuda económica a los cadistas (porque somos nosotros quien vamos a dárselas gustosamente) preguntara a los dirigentes de la FAF y RFEF cuanto es el dinero que cobran en dietas y demás conceptos y si sería mejor que ese dinero lo dedicaran al fútbol base en vez de pedírselo a los aficionados. Como siempre, el político se lo sigue llevando calentito y el ciudadano de a pie es el que paga (y nunca mejor dicho) los platos rotos del fútbol base.