M. A. Vallecillo/portalcadista.com
No he escrito nada durante los días en los que la vorágine de noticias extradeportivas ha inundado la actualidad de nuestro club. Y no ha sido por falta de ganas, no. Es que no sabía ni qué escribir, se lo juro.

[Sigue...]

Y me parece que, tal y como avanzan las palabras en este folio virtual, sigo sin saberlo. Intento dar pasos hacia atrás, para ver las cosas con cierta perspectiva, pero en este caso me resulta casi imposible. Dos posturas tan dispares, tan enfrentadas, que no es que hayan revuelto las aguas del Cádiz sino que parece que las han emponzoñado hasta límites insospechados.

Haciendo un esfuerzo supremo, y desde la distancia, puedo intentar ponerme en el lugar de los personajes que están protagonizando uno de los episodios más tristes de la casi centenaria historia de nuestro club: es su dinero sobre el que están peleando y esto es lo que tienen las SAD. Pero duro poco en esa situación. Una vez que me doy cuenta de que no sé absolutamente nada de la realidad del campo de batalla en el que están dirimiendo sus disputas, no tengo más remedio que dejarlo y sentirme como un auténtico estúpido por no llegar a entender qué demonios está ocurriendo y no saber quién de los dos tiene razón. Y más estúpido me siento cuando veo que hay muchos que lo tienen clarísimo y se posicionan sin ningún pudor hacia una de las partes con el convencimiento de que a la conclusión a la que han llegado es la verdadera.

Que suerte tienen algunos de ver las cosas tan claras. Envidia sana me dan, sinceramente. Será que tienen más datos que yo en los que basarse (y éstos deben ser muy valiosos porque creo que el resto de los mortales no los hemos visto). También puede ser que sean más osados que un servidor y se aventuren a dar un pronóstico ganador a uno de los dos contendientes simplemente por el mero hecho de decantarse por alguien.

Sea como fuere, ojalá algún día de estos me venga ese golpe de clarividencia y pueda compartir en esta web con vosotros mis conclusiones. Mientras tanto, seguiré sintiendo pena por el esperpéntico espectáculo que estamos presenciando, como siempre sin tener que agradecer nada a nadie, y pensando solamente en que mi equipo consiga los tres puntos la próxima jornada. Esto último sí que me haría ver mejor el futuro.