Saber a quién se vende
¿Cómo enviar artículos al apartado "Desde la torre"? Consúltelo aquí.
06.12.2009
Nada ni nadie es eterno, y, como suele decirse en el mundo del cine, todo principio tiene un final. Según leo y leo en la Prensa, el binomio Antonio Muñoz-Cádiz CF está próximo a llegar a su fin. La intención del máximo mandatario cadista de vender el club no es un secreto, pues desde 2007 lo ha estado intentado. De hecho, en el Verano de 2007 lo acabó consiguiendo, aunque al final acabó retornando al club tras el infructuoso paso de Arturo Baldasano. El año pasado le resultó imposible venderlo, puesto que nadie quería hacerse cargo de una institución en Segunda B. Ahora, con el equipo de nuevo en el lugar que, como mínimo le corresponde, parece que las posibilidades de venta vuelven a reactivarse.
Desde el mes de Noviembre se ha rumoreado mucho acerca de la posible adquisición del paquete accionarial de Muñoz por parte del grupo Munto Finance, dependiente de Qadback Investment, propiedad a su vez de Abdulá Bin Saeed Al Thani. Este grupo financiero, es propietario del club inglés Notts County, estando además a punto de adquirir el equipo BMW de Fórmula 1. De hecho, el ex seleccionador inglés y manager del Notts Country, Sven Goran Eriksson, estuvo visitando las instalaciones de la Ciudad Deportiva del Cádiz. Este grupo empresarial me genera algunas dudas, principalmente porque en Inglaterra desconocen quién es el propietario del Notts County y por la reciente petición para la moratoria del pago de los países árabes de sus deudas millonarias.
El Cádiz, como Sociedad Anónima Deportiva, pertenece a aquel que posee la mayoría del paquete accionarial, siendo en este caso Antonio Muñoz, que puede vender o no vender cuando quiera, siempre y cuando un posible comprador pague lo que él pida por sus acciones. Es la realidad de cualquier empresa y el Cádiz, debido a su condición social, tampoco es ajeno a ella. Muñoz puede vender cuando quiera y a quien quiera. Está en su derecho. Lo único que yo pido es que antes de vender sepa a quién le cede la mayoría accionarial del club y sopese, aunque no es su obligación, si la venta a un determinado grupo es lo mejor para el futuro del club.
Los directivos vienen y van, los entrenadores vienen y van, los futbolistas vienen y van. Nada ni nadie es eterno. La gente viene y va, y al final lo único que queda es la institución y la afición. De todos aquellos directivos, técnicos y futbolistas que formaron parte de la entidad acaba quedando su recuerdo, sus acciones, su granito de arena para mejorar, para avanzar. O no, también quedan acciones que han supuesto retrocesos importantes. Al final, quien acaba disfrutando de esos avances o padeciendo esos retrocesos son los aficionados, los únicos que, pase lo que pase, seguirán con el club.
Digo esto porque, si Muñoz de verdad quiere vender las acciones, espero que haya aprendido de errores del pasado. Espero que haya aprendido que hay gente a la que conviene vender y gente a la que no conviene. Lo que pasó con Baldasano debería tenerlo en cuenta, no sólo por su propio bienestar económico, sino por la institución, por la afición. Aquella situación de caos vivida en la temporada 2007-2008 podría resumirse así: dos presidentes y cuatro entrenadores equivalen a un descenso. Un descenso que sufrió, por encima de todo el mundo, el aficionado cadista, que va a Carranza siempre que su equipo juega o que se tiene que contentar con seguir la actualidad de su equipo desde la distancia y por la radio.
La idea de una posible venta no me parece mal. Creo que Muñoz ya ha hecho todo lo que podía hacer por el club (que ha sido bastante) y que ya no puede o no sabe aportar más. Es imposible aportar algo para mejorar la empresa si estás más con la mente puesta en venderla al mejor postor que en el presente inmediato. Por tanto, que Muñoz venda, no está mal. El problema, que el “grupo árabe” no me genera confianza por lo que he dicho antes y porque, me temo que pueda usar al club para mercadear en futuras operaciones que le beneficien. Me temo que el club acabe yendo de mano en mano, sin estabilidad y eso lo acabe pagando la afición.
Además, soy contrario a la idea de que el club cambie de propietario (sea quien sea si al final se acaba haciendo con las acciones Munto Finance) a mitad de temporada. Estas cosas deberían hacerse en Verano, antes de empezar la competición o cuando el equipo ya no tenga nada que hacer en la presente temporada. Pero ahora, en Diciembre e incluso más adelante, no me parece correcto. Si Muñoz vende, que sea cuando el equipo se haya salvado. Así, quienquiera que venga tendría tiempo de sobra para planificar la próxima temporada. Pero no es coherente que llegue alguien nuevo y se centre en planificar el año que viene teniendo aún por delante gran parte de la temporada 2009-2010, otro error que significó el descenso hace dos campañas.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Espero que esto no le pase a Muñoz.
Diego M. Belmonte Domínguez