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El resultado no me nubla la vista
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08.03.2010 |
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No quiero dejarme influir por el resultado final del partido. Si el Cádiz necesita para resucitar a que el rival se quede con un jugador menos es que muchas cosas se están haciendo muy mal en esta entidad.
Si tenemos en cuenta que el rival al que nos hemos enfrentado hoy es igual de malo, sino más, que nuestro equipo amarillo, no puedo llegar a comprender como se puede dar imagen tan dispar en una y otra mitad.
Hoy el equipo ha vuelto a perdonar la vida a un rival directo en los primeros cuarenta y cinco minutos para después derrumbarse como un castillo de naipes tras encajar el gol del empate en el inicio de la segunda mitad. Este equipo está muy frágilmente construido en su base. La defensa (incluido el portero) es de lo más endeble que yo recuerde de las últimas dos décadas. Todo lo que el rival lance entre los tres palos se convierte en gol en contra, y eso se convierte en una mochila cargada de piedras para subir a los puestos de salvación. Y esto no es achacable a Víctor Espárrago, ya que en los primeros partidos de la temporada, ya denunciaba en esta columna, que el equipo quedaba grogui durante diez minutos cada vez que recibía un gol.
Una vez más ha quedado patente el desequilibrio que ofrece esta plantilla. Los jugadores que pueden poner calidad carecen de pundonor y constancia. Y los jugadores que muestran coraje carecen de calidad. Resultado: equipo a la deriva capaz de dar la de cal y la de arena en cuestión de quince minutos.
La afición, harta de estar harta, ya ha empezado a disparar en todas direcciones. Hoy han vuelto a catar los Muñoz, Peguero y hasta los jugadores que hasta hoy se habían salvado de la quema. Pero es que los tres goles marcados por el Albacete han dejado con las vergüenzas al aire a más de un zaguero cadista.
Yo aprovecho estas líneas para analizar la política de fichajes y refuerzos en los dos mercados habilitados:
Mercado de verano: Jugadores libres y denostados por otros equipos, en su mayoría de 2ªB. Y como fuego de artificio, el fichaje de Diego Tristán, metido con calzador a pesar de la oposición de Javi Gracia. Para guinda del pastel, a última hora se incorpora a Nano con 2 meses de retraso y Ogbeche que está demostrando que no quiere jugar al fútbol, al menos en el Cádiz.
Mercado de invierno: Dos refuerzos, a saber. Bogunovic, un jugador serbio que llevaba unas semanas de vacaciones y que ha venido a debutar un 7 de Marzo (dos meses y pico después de ser fichado) y en los últimos minutos de un partido que estaba perdido. Y un joven llamado Ramis que aunque nos lo venden como un crack del mercado sudamericano resulta que en su Peñarol de procedencia no era ni titular. Ni que decir tiene que estos jugadores vienen cedidos, como es norma habitual en este Club. ¡Que habilidad de secretaría técnica!
Eso sí, después a escuchar la cantinela de “remar todos juntos” y se quedan tan panchos. Pues por mucho que rememos la afición me temo que lo hacemos a contracorriente, ya que ni el presidente, ni el director deportivo, ni los jugadores, nos lo están poniendo fácil. No veo que este barco pueda llegar a buen puerto porque no todos los rivales a los que nos enfrentemos van a ser tan cándidos como hoy se ha mostrado el Albacete Balompié.
Menos mal que siempre quedarán los nombres de Javi Gracia en lo deportivo y Arturo Baldasano en lo institucional, para echarles el muerto encima.
Acabo mi columna tal y como acabaría un afamado pasodoble de Martínez Ares: “A usted yo no le creo”.
Yoni Weiss