El entrenador del Atlético de Madrid destacó del partido la dureza y restó importancia a su expulsión.

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Primera semifinal del Trofeo Ramón de Carranza muy disputada entre los dos equipos, ya que el Cádiz de Segunda B puso en apuros por momentos a todo un Atlético de Madrid, que en unos días dilucidará si se clasifica o no para la Europa League.

Para Quique Sánchez Flores "ha sido un partido muy complicado. Sabíamos lo que es el Cádiz disputando su trofeo y ha sido un partido dificilísimo desde el principio hasta el final", y más complicado lo puso el césped y el viento "el nivel de exigencia ha sido alto, en el campo no corría la pelota y había viento que es el mayor enemigo del fútbol. Ha sido un partido muy duro y con mucha disputa", agregaba.

No dudó en felicitar al Cádiz por el jugo desplegado "felicito al Cádiz porque ha ido muy fuerte en la disputa y poniéndonoslo muy complicado".

Y sí destacó la labor de sus pupilos "no se han conformado con el 1-0, han salido a dar la vuelta e incluso hemos perdonado ocasiones claras de gol".

El técnico madrileño restó importancia a su expulsión "es un árbitro de primera al que hay que respetar. El partido ha ido a peor y al final me ha expulsado a mí, que no he dado ni una patada. Pero lo prefiero para que los jugadores puedan disputar los minutos. De todas formas me he disculpado con el árbitro", explicaba.