A los 88 años de edad ha fallecido esta tarde Alfredo Di Stefano, mito del fútbol español y mundial. Considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, vivió su época dorada defendiendo los colores del Real Madrid y también se convirtió en protagonista de algunos veranos gaditanos.
En la década de los cincuenta, cuando saber qué había ocurrido en un partido solo era posible a través de la radio (para aquellos que poseyeran una) o por lo escrito en la prensa al día siguiente, muchos gaditanos tuvieron la fortuna de ver a la Saeta Rubia en directo en el Ramón de Carranza pues participó en tres de sus primeras ediciones.
En 1958 se disputaba la IV edición del trofeo gaditano con Real Madrid, Sevilla FC, SC Viena y AS Roma. Los blancos se hacían con el triunfo, el primero de muchos, venciendo en la semifinal al SC Viena por 5-3 y marcando Di Stefano el cuarto para los merengues. Volvería a marcar uno más en la final, ante el Sevilla en un partido que acabó con victoria madridista por 2-0.
Un año después su equipo repetiría presencia y el astro argentino con ellos. En la primera semifinal, ante el AC Milan la “Saeta Rubia” dio todo un recital marcando cinco de los seis goles madridistas (3-6). Un día después vencían al FC Barcelona en la gran final por 4-3 y Di Stéfano marcó el tercero de su equipo.
En una tercera edición, en 1960, volvía a la Tacita de Plata, y aunque no consiguió perforar la portería contraria en los dos encuentros ayudaba a su equipo a conseguir su tercer Trofeo Carranza consecutivo venciendo al Stade Reims en la semifinal y al Athletic de Bilbao en la final.
Una figura mundial que hizo grande el fútbol y que también contribuyó con su presencia en hacer grande al Trofeo de los Trofeos, del cual es en la actualidad el tercer máximo goleador (8 goles) tras otras dos leyendas como Gento y Eusebio (9) y seguido de otra más como lo fue Puskas (7).