Los cadistas no pudieron hacerle el pasillo de bienvenida a su equipo, al igual que ocurriera hace dos años.

Foto: portalcadista.com

No todo fue positivo en la llegada del equipo al estadio Ramón de Carranza, porque a pesar de que cientos de personas se dieran cita para ver llegar al equipo, no se pudo repetir la imagen de hace dos años en la que un pasillo de aficionados cadistas le daba la bienvenida al autobús del equipo.

El motivo no fue otro de que la Policía Nacional acotó al mínimo el espacio dedicado para los aficionados, con tal de garantizar la seguridad no solo de éstos, sino la de todos y cada uno de los miembros de los dos equipos, tanto del Mirandés como del Cádiz.

Tampoco impidieron el paso durante unos minutos a los cadistas que accedían por la zona de fondo sur más próxima a la tribuna, casi un centenar, que tuvieron que ver la llegada de su equipo algo alejados de la zona por donde accedió el equipo (más próxima a preferencia).

El malestar no solo se apoderó de estos aficionados, sino de otros muchos que vieron más cerca como el Cádiz llegaba a su estadio sin poder contar con la presencia de aquellos que se encontraban, en cierto modo, en la lejanía.