Se suele decir que cuando un equipo no da los resultados esperados para conseguir el objetivo es más fácil echar a uno, al entrenador, que echar a 22 jugadores. Y eso es exactamente lo que ha hecho la entidad cadista en la mañana de hoy. Claudio Barragán ya es historia en el Cádiz CF.
Ahora, con un nuevo entrenador en el banquillo, la afición cadista colocará los focos y señalará con el dedo a la plantilla, a los jugadores, que tendrán que demostrar que el club ha acertado al cambiar de entrenador. Dar la razón a la decisión, depende de ellos. El primer examen, el sábado ante el Mérida en el Ramón de Carranza.
Cuarto clasificado, con 59 puntos, el Cádiz CF tiene por delante cuatro partidos, cuatro finales, para asegurarse un puesto en la fase de ascenso a la Segunda División, mejorar la imagen sobre el césped y generar confianza y esperanza en la afición para pelear juntos por el ansiado ascenso.