Más de 16.000 personas se dieron cita en el Nuevo Mirandilla para el partido que enfrentó al Cádiz y al Mallorca. Una cantidad nada despreciable teniendo en cuenta que es mucha gente la que trabaja a ese horario, uno más lejos de ser normal que le toca al conjunto amarillo.

Además la climatología tampoco ayuda porque a pesar de haber subido unos grados la temperatura, el viento del noreste reinante hacía que la sensación térmica estuviera entre las más bajas de estos días atrás. Era por ello que hoy las zonas con la presencia del sol se convirtieron en las más gratificantes para ver el partido.

Pero más allá de eso la afición cadista, que antes del encuentro había protestado por la gestión deportiva del club, disfrutó de la victoria y fue también parte importante de ella. Una vez más el apoyo hacia los jugadores fue total y en los minutos finales dieron ese soplo de ánimo necesario, estallando de alegría con el pitido final.