El Granada CF acabó con un jugador menos por la expulsión de Roberto Soldados en los instantes finales del encuentro ante el Cádiz. El jugador valenciano, que había entrado en la segunda parte, protestó una jugada en el área del Cádiz en la que no hubo absolutamente nada. En esa primera protesta el colegiado Díaz de Mera le mostró una tarjeta amarilla, para posteriormente enseñarle una segunda por, según recoge en el acta, “retirarme uno de mis brazos mientras le estaba amonestando, en señal de disconformidad”.

Pero no acabó ahí la cosa y a Soldado le puede caer una sanción más grande que esa expulsión ya que también en el acta se recoge que cuando se dirigía a vestuarios se dirigió a uno de los asistentes diciéndole “sois unos mierdas”. Además, también reflejó el colegiado que “una vez expulsado y fuera del terreno de juego cuando se dirigía a los vestuarios le propinó una patada al monitor de revisión del VAR”.