El entrenador del Real Unión ofreció hoy su última rueda de prensa antes del partido del domingo que enfrentará a su equipo ante el Cádiz CF en el Stadium Gal. Iñaki Alonso rebajó un poco su discurso de días anteriores. Como es lógico, está convencido de ascender a Segunda. “Sin duda alguna además. Seguro. No me permito, ni a mi cuerpo ni a mí mismo, tener ninguna duda. Si no, le estaría dando alguna ventaja al contrario. Por lo tanto hay que ser positivos y confiar en el equipo porque llevo diciendo todo el año que en momentos determinantes siempre responde. Y este lo es”.

Una de las claves del partido será para el bilbaíno aguantar la ansiedad. “Esta mañana lo he hablado con los jugadores viendo algunos vídeos. La clave es pensar, estar tranquilos en cuanto a que no nos pueda la ansiedad e ir a por el contrario. Tenemos que ir a por el Cádiz, que se sienta incómodo, siendo conscientes de que es muy buen equipo”.

Ha querido lanzar cualquier polémica suscitada por sus declaraciones tras el partido de ida. “Quien me conoce sabe que soy super respetuoso y super elegante. Sé reconocer mis errores y los errores de los demás del equipo. Lo que sí es verdad es que yo en ese momento tengo que jugar ya mi partido. Teníamos que empezar a jugar nuestro partido y el de todos los que estais aquí (refiriéndose a la prensa). Salió eso pero la gente sabe que yo nunca he sacado los pies fuera del tiesto. Que nadie piense que hay una falta de respeto o un menosprecio. Al revés, hay admiración”.

Es consciente que el resultado del partido de Carranza favorece al Cádiz y por eso no quiere augurar ningún resultado. “No quiero vender ninguna moto. Ahora mismo vamos perdiendo 1-0. Es un resultado peligrosísimo, que te exige máxima concentración defensiva y riesgo. Porque si tenemos que eliminar al Cádiz tendremos que tomar riesgos. Con cabeza a ver si gestionamos bien los tiempos del partido e, insisto, si tenemos la suerte de meter un gol con la afición, nosotros meteremos el otro.