Ramis tuvo dos ocasiones inmejorables para adelantar al Cádiz y falló ambas.

Foto: portalcadista.com

No es la primera vez que ocurre esta temporada. Al Cádiz le faltaba gol al comienzo de liga y no se le puso remedio en el mercado invernal. Un encuentro más que se escapa por no poder o saber definir las ocasiones claras y dos puntos que se van al limbo en una jornada en la que se tenía una nueva ocasión de ponerse a tiro de la salvación.

Esa es la historia de un partido que en el que el Cádiz lo puso todo para ganar, menos lo más importante: el gol. Sobre el césped hubo ganas, fuerza, garra y se pudo ver en algunos momentos ese futbol aguerrido que se ha echado en falta en otros momentos. Bien es cierto que enfrente había un conjunto que se ha quedado sin objetivo colectivo y que cuyo único fin es el del lucimiento personal de alguno de sus jugadores de cara a la temporada próxima.

La intensidad la pusieron los locales nada más comenzar el choque. Transiciones rápidas y directas por parte del Cádiz en contra del juego elaborado y de toque del Villarreal B. Un centro de Cristian a los tres minutos era rematado de manera forzada por Ogbeche casi de espaldas a la portería y el balón salía fuera por poco.

Por un lado contrario Cristobal se movía a placer entre líneas y por el otro Caballero tomaba la manija del juego cadista. Sin ocasiones demasiado claras pero el juego de los de Víctor Espárrago era casi un monólogo en los primeros compases. La grada y algunos jugadores pedirían mano dentro del área en un centro pero Pino Zamorano no vio nada.

Ogbeche, muy luchador en el comienzo pero bastante falto de velocidad conforme pasaban los minutos, robaba un balón en el lateral del área y prefirió tirar a puerta casi sin ángulo en vez de buscar el pase. Juan Carlos desviaría a córner. El otro guardameta, Dani, tuvo que esforzarse también en un mano a mano con Marcos Rubén. En la siguiente jugada Cristian disparaba y Catalá sacaba bajo palos cuando todo el estado cantaba el gol. Fueron los mejores minutos del Cádiz en la primera mitad. Su juego mejoraba cuando intentaba el fútbol directo y perdía muchos balones cuando quería elaborar en demasía. El camino hacia la victoria era claramente el primero.

Antes de terminar la primera parte el central Kiko peinaba un balón al lateral de la red en una de las mejores opciones visitante. Al descanso se llegaría con polémica porque se pidió la segunda cartulina amarilla a Cristobal por una entrada a Fleurquin. El colegiado hizo la vista gorda y hubo sus más y sus menos en la banda entre jugadores y el banquillo cadista.

El segundo período comenzaba con los equipos algo más estirados y aumentaban los espacios. El Cádiz los aprovechaba con aperturas hacia las bandas y con balones a la espalda de la defensa. Toedtli intentaba sorprender con un disparo escorado pero se marchó alta. Raúl López tuvo que marcharse por un pinchazo en su muslo y Cifuentes ocupó su lugar.

Carlos Caballero volvió a entonarse y de sus botas partieron las mejores jugadas del partido y las ocasiones más claras. Antes sin embargo Fragoso salvaba al Cádiz arrebatándole un balón de gol a Marcos Rubén justo cuando se disponía a rematar un centro.

Y llegaría el momento clave del partido. A falta de 20 minutos para el final Ramis, que sustituyó a Toedtli, tuvo las dos ocasiones más claras para inaugurar el marcador. En la posición de delantero centro, en aquella en la que ha repetido más de una vez que se encuentra más cómodo, recibió dos balones claros de gol que no supo materializar. El primero de ellos tras un pase perfecto de Caballero a Enrique. El extremeño, algo escorado, quiso batir a Juan Carlos por bajo pero este sacó el balón con los pies dejándoselo a Ramis. El uruguayo tenía a un defensa cerrándole y la portería vacía. Su disparo fue al defensa.

En el segundo intento, de nuevo Caballero arrancaba desde su posición de media punta arrastrando hasta a tres contrarios. El balón quedaba franco una vez más para Ramis. Esta vez lo tenía todo a favor y sólo hacía falta sortear al portero. Decide recortar en vez de disparar pero éste no fue preciso y su disparo final fue demasiado forzado. Atajaría el guardameta.

Tres ocasiones más hasta el final. Una nueva de Ramis con un pase hacia atrás de Caballero y el fichaje del mercado invernal, en el punto de penalti, la mandó a la grada. Una más suya tras un tiro lejano que se marchó desviado y un cabezazo forzado de Enrique en el descuento dejaron bien a las claras que el partido no estaba para el Cádiz.

La ventaja se mantiene en tres puntos pero se dejó escapar una oportunidad de oro para haberla recortado de cara al partido frente al Girona.