Los amarillos llegaron a empatar un gol tempranero de los gallegos pero no supieron aprovechar la última media hora de partido.

Foto: portalcadista.com

De nuevo perdió el Cádiz una oportunidad de oro para haber hundido a un equipo en el más absoluto de los nerviosismos. El Celta llegaba al encuentro con la moral muy baja y con una semana llena de conflictos extradeportivos, unas circunstancias de las que no ha podido sacar rédito el equipo de Víctor Espárrago y que le obliga a conseguir una victoria el próximo domingo ante el Elche.

El partido no podía empezar de peor manera para los intereses de los gaditanos. A los tres minutos y en uno de los primeros acercamientos de ambos equipos, Yoel sacaba desde portería. El balón era prolongado en el centro del campo para que Ábalo viera que Dani Miguélez estaba algo adelantado y manda el balón al fondo de la red. Lo que parecía ser un partido de nervios para el rival se convirtió a las primeras de cambio en todo lo contrario.

El resto de la primera parte se jugaba en la medular, con un Cádiz que quería crear juego ante la falta de Toedtli en el campo para bajar balones aéreos y un Celta que se multiplicaba en esa zona para abortar cualquier peligro. Trashorras estuvo a punto de aumentar la diferencia si no hubiera mandado alto un balón que se le escapaba a Dani en el área. Luego el portero gaditano tuvo que salir de su zona para frenar una internada de Ábalo, sin duda el mejor del Celta en la tarde de hoy. El Cádiz, en esos primeros cuarenta y cinco minutos, estuvo inédito en ataque.

Nada más comenzar la segunda parte un córner no fue rematado incomprensiblemente ni por Ogbeche, Fleurquin y Fragoso que se encontraban solos en el segundo palo. Avisaba el Cádiz y poco después llegaría el empate. De nuevo un saque de esquina y De la Cuesta se elevaba para cabecear ajustado al palo.

Ese tanto parecía que todo podía cambiar y así fue durante bastantes minutos. El guión cambió por completo y el Cádiz cogió por primera vez el control de la zona ancha. Ramis intentó un disparo lejano pero Yoel se hizo con él en dos tiempos.

Eusebio Sacristán movió el banquillo antes que el Cádiz surgiéndole efecto. Hugo Mallo sustituía a Botelho y el juego se niveló tanto, que pronto llegaría el segundo gol local. De nuevo un error de concentración defensiva, esta vez tras un saque de esquina, propició que los tres hombres que había en el área se encontraran casi sin oposición. El balón le llegaba a Michu quien fusilaría a placer.

El técnico uruguayo movía ahora piezas y López Silva sustituía a Enrique. Pero el encuentro volvió a sus inicios y al Cádiz le pesaba demasiado ese segundo tanto. Aun así Ogbeche tuvo la igualada en su cabeza pasado el tiempo reglamentario. Pero su remate picado fue sacado de manera excepcional por Yoel cuando casi todo el mundo daba el gol por hecho.

Habrá que esperar al resto de resultados para la semana para saber el daño que puede haber hecho en la clasificación esta derrota y queda toda una semana para preparar un nuevo partido decisivo ante el Elche en el Ramón de Carranza. Lo cierto es que hoy Eusebio ha vuelto a salvar la cabeza cuando la tenía pendiente de un fino hilo que el Cádiz no cortó.