Ahora en casa todo parece más fácil. El Cádiz como local está intratable y fue el Rayo su siguiente víctima como local. Los amarillos, que hoy lucían la camiseta especial de Carnaval, se llevaban los tres puntos en un encuentro que no fue nada vistoso pero que Sergi Guardiola decidió en la segunda mitad resolviendo un mano a mano con Dimitrievski tras un desajuste defensivo rayista.

Llegados a este punto lo importante es vencer y el Cádiz lo logró tirando de nuevo de casta y briega ante un rival que venía lanzado en busca de Europa y que esta vez fue frenado ante su club hermano en una bonita fiesta del fútbol entre aficiones. 

La principal novedad en el once del Cádiz, además del regreso de Espino tras sanción, fue la presencia de Sobrino en el costado izquierdo por la baja de Brian Ocampo. También Sergi Guardiola fue titular junto a Roger después de que el balear se perdiera el choque en el Camp Nou.

Los primeros diez minutos transcurrieron con mayor presencia cadista en campo contrario, con tímidos ataques que tampoco produjeron alguna ocasión importante. Tan solo algunos contactos en el área aumentaban la temperatura del partido en un tramo el que poco ocurría. 

Pasado ese tiempo sí parecía abrirse más el juego y en el ecuador del primer período un pase desde el lateral del área mal defendido por el Cádiz acababa con el balón en el fondo de la red impulsado en última instancia por Raúl de Tomás, aunque lo hacía en posición adelantada. La jugada quedaba anulada primero por el colegiado a instancias de su asistente y posteriormente también por el VAR al ser revisada.

Eran momentos en los que parecía que el Cádiz perdía el control del juego y cabía el riesgo de no volver a encontrarlo. Los de Sergio debían encontrar la manera de volver a sentirse al menos cómodo como lo estaban siendo al comienzo del choque. Volvía a activarse con un disparo desde la frontal de Bongonda, que aunque fue centrado y a las manos de Dimitrievski, servía para dar señales de presencia. En el tramo final del primer período parecía que todo tendía a igualarse pero porque ambos equipos entraron en una dinámica de imprecisiones que no parecía tener fin. 

Pero antes del pitido que mandaba al descanso también hubo tiempo para nada menos que dos sustos gordos, con un disparo de Camello desde la frontal que se iba fuera por poco y otro de RDT que perdonó mandando alto un intento de vaselina ante Ledesma. Dos acciones que vinieron precedidas de una excesiva endeblez defensiva y que hicieron que el intermedio incluso se convirtiera en alivio.

Con el segundo período el Cádiz parecía más activo con jugadas largas que rondaban el área rival. La grada lo agradecía dando ánimo a sus jugadores. Una grada que pudo desbordar su alegría si Sergi Guardiola hubiera culminado en gol un gran gesto técnico en la frontal que posteriormente no supo acabar con un disparo que detuvo Dimitrievski.

Ante cualquier conato de que el Cádiz entrara en dinámica positiva de juego daba la sensación de que los jugadores del Rayo buscaban parar el juego con cualquier pretexto. Así lo entendían grada, jugadores y banquillos cadistas que elevaban el tono de sus protestas cada vez que un jugador rival quedaba en el suelo pidiendo faltas.

Ambos equipos comenzaron a poco menos de media hora para finalizar el choque a hacer permutas en sus onces, aunque antes el Rayo debió cambiar por lesión a Comesaña. Lozano sustituyendo a Roger y Fede a Alcaraz fueron las variaciones. Poco después Iván Alejo haría lo propio con Theo Bongonda.

Precisamente justo después de ese cambio, un saque de banda culminó con un pase entre los centrales rayitas para encontrar en carrera a Sergi Guardiola, quien esta vez no fallaría ante Dimitrievski para poner el 1-0 y llevar a la locura al Nuevo Mirandilla.

Faltaba más de un cuarto de hora del tiempo reglamentario pero este se iba a ver alargado ¡hasta el 112! En una primera intención fueron nueve los añadidos pero varias interrupciones más durante el descuento y la atención a un aficionado en la grada hizo que fueran tres más.

Durante todo ese tiempo el Rayo buscó el empate con más corazón que cabeza, quedándose incluso con un jugador menos gracias a la astucia de Alejo provocando una falta del ya amonestado Catena y de Álex de no seguir la jugada para que esta fuera cortada sin ley de la ventaja.

Con el final del partido júbilo de nuevo en el estadio que ya sabe que por casa pasa buena parte del objetivo de la salvación.

FICHA TÉCNICA:

Cádiz CF: Ledesma, Iza, Luis Hernández, Espino, Alcaraz (Fede, 65’), Escalante, Bongonda, Sobrino (Álex, 77’), Guardiola (Chris Ramos, 77’) y Roger (Lozano, 65’).

Rayo Vallecano: Dimitrievski, Balliu, Catena, Lejeune, Fran García, Óscar (Cissé, 66’), Santi Comesaña (Unai López, 51’), Isi (Falcao, 77’), Álvaro, Camello (Andrés, 77’) y Raúl de Tomás (Trejo, 66’)

GOLES:
1-0 Min. 74 Sergi Guardiola.

Árbitro: Muñiz Ruiz (comité gallego)
VAR: Medié Jiménez (comité catalán).
Se mostró amarilla a Alcaraz (54’) por el Cádiz y a Raúl de Tomás (50’), Falcao (88’) por el Rayo. Fue expulsado Catena en el Rayo por doble amarilla (58’, 92’)

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 23 de LaLiga Santander y disputado en el Nuevo Mirandilla. Antes del inicio se guardó un minuto de silencio en memoria de D. Javier Téllez, ex vicepresidente y directivo del Cádiz desde 1978 hasta 1992, fallecido recientemente.