Se vuelve a escapar un partido en la segunda mitad.

Foto: portalcadista.com

De nuevo se repitió la misma historia y valió para poco haberse adelantado otro partido más en el marcador. El Cádiz no supo hacer valer su renta conseguida gracias a un gol de Abraham, en la segunda parte vio cómo le empataban y conseguía sólo un punto en un partido que estaba encarrilado para la victoria.

Algunas caras nuevas en el once. Víctor Espárrago hacía debutar por primera vez en la temporada a Jose Julián De la Cuesta, acompañado por Dani Fragoso que retrasaba su posición hacia el centro de la defensa desplazando a Raúl López al lateral zurdo. Dani Cifuentes por su parte ocupaba el derecho. Andrés Fleurquin también volvía al titular en el centro del campo.

El conjunto amarillo comenzaba el partido como es costumbre en él en Carranza: presionando fuerte, haciendo retroceder al rival y poniendo en apuros a una defensa vallecana que también dio una imagen de nerviosismo en muchas fases del encuentro. No obstante Espárrago no estaba contento con algunas pérdidas de balón en el centro del campo e insistía desde la banda para que se hiciera un juego más directo.

El juego se embarullaba demasiado en la medular y cabía el peligro de hacer algún regalo al rival en forma de jugada tonta. Pero los suyos golpearon primero en un ataque básico por la banda izquierda. López Silva centraba al área en la que había tres jugadores amarillos esperando el esférico: Enrique, Toedtli y Abrham. Y los tres lo tocaron. Primero el extremeño cabeceaba al argentino y éste en un intento de controlar el balón cedía a Abraham. El catalán tuvo tiempo de bajar la pelota y batir por bajo a Dani. Se había puesto la primera piedra de la victoria y ahora había que hacerse fuerte.

Lo intentó de nuevo pero las dos ocasiones más claras fueron desbaratadas por el cancerbero vallecano, más por desacierto de los nuestros que por acierto suyo. En una primera ocasión sacó con el pié un disparo de Enrique cuando ya estaba en el suelo y en la segunda el cuero fue a su cuerpo cuando López Silva se encontró un balón suelto en el área.

Así terminó una primera mitad en la que el Cádiz había dominado y controlado el juego. Además, no pasó demasiados apuros en defensa ya que sólo Piti incomodó algo a Casilla con un disparo desde la frontal que atajó bien el portero cadista.

El segundo período fue otra historia. Andrés Fleurquin, que había realizado un gran esfuerzo y que, fue acabándosele la gasolina debido a su dilatado período de inactividad. El uruguayo ya no llegaba con la misma facilidad al cruce y el Rayo Vallecano comenzaba a descubrir huecos en la zona central. A los trece minutos pidió el cambio y ahí comenzó a desaparecer el Cádiz.

Antes había avisado el Rayo con un cabezazo al palo de Rubén Castro al lanzamiento de una falta. Los de Miñambres cambiaron el ritmo del partido con más toque y más rapidez de circulación y al Cádiz sólo le quedaba correr detrás del esférico. Pachón volvió a meter el susto en el cuerpo tras otro cabezazo fuera y posteriormente llegaría el gol de la igualada. Una falta cometida por Mariano Toedtli en la frontal fue lanzada de manera perfecta por Albácar para batir a Casilla. El lateral zurdo cuajó con el gol un gran encuentro porque además casi anuló a Enrique en su banda.

A partir de esos instantes el Rayo, al que le sabía mejor el empate que al Cádiz, volvió a recular con la diferencia de que ahora el marcador corría a su favor.

La entrada de Tristán y Ogbeche dieron un poco más de mordiente pero ninguno de los dos delanteros tuvieron demasiada suerte en sus acciones. Pudieron conseguir la victoria los amarillos si Tristán hubiera llegado a un balón peinado por Enrique o si Dani no hubiera sacado una buena mano a un tiro de Abraham.

Aganzo también tuvo la suya en los momentos finales pero el marcador ya no se movería. El Cádiz dejó pasar una nueva oportunidad para situarse en una posición menos comprometida y tendrá que volver a jugársela en los dos próximos encuentros ante Real Unión y Castellón.