En la rueda de prensa previa al partido ante el Albacete, Jose González se esforzó para transmitir cómo, según él, está el Cádiz para afrontar esta nueva eliminatoria. El técnico asegura que el equipo está fuerte para este envite y que deben volver a ser el conjunto de la liga regular. “Se nos ha acabado la posibilidad de fallar que nos habíamos ganado después de muchos meses de trabajo. Ese colchón que nos permitía competir por un ascenso directo. Pienso que tuvimos mala suerte en el sorteo, por el rival y por jugar primero de local. Pero ahora partimos ante una situación con un rival más asequible y cercano a nuestras posibilidades”, declaró. Buena parte del trabajo de la semana ha ido encaminado en el aspecto psicológico y cree que el equipo debe estar recuperado. “Deben estarlo porque es su obligación. Durante esta semana hemos trabajado en ese sentido para que el futbolista se sienta seguro. Tenemos que ser los que hemos sido durante un año: con buenos números, difícil de batir y con un buen número de goles”.
Quiere a un Cádiz a su imagen y semejanza: peleón y agresivo. “Llevamos toda la semana mandando mensajes positivos porque tenemos que reforzarnos. Sabemos que existen críticas pero el futbolista tiene que estar centrado. Tengo motivos para pensar que estamos fuertes. Me parieron optimista, peleón y luchador. Y si el equipo es el reflejo del entrenador vamos a ser un equipo muy agresivo y peleón”.
Avisa que habrá algún cambio pero no estarán condicionados por el papel que han hecho algunos futbolistas en la primera eliminatoria sino por motivos técnicos. De los dos partidos anteriores cree que se pueden hacer pocas lecturas y ninguna de ella debe provocar medidas drásticas. “No me voy a quedar con la imagen de la anterior eliminatoria porque sería injusto. Cuando un equipo te sobrepasa, ese equipo no es el reflejo de lo que ha sido todo el año. No tengo por qué sacar lecturas de ese partido. Sí de los primeros 25 minutos en casa o de los errores defensivos. Y lo sacamos y trabajamos con respecto a ellos. Pero no lecturas individuales. Aquí el equipo somos todos. Cuando la defensa ha estado bien es porque todo el equipo ha estado bien. Me tacharán de cabezón pero prefiero ser coherente. Las medidas drásticas no serían positivas”.
A pesar de ello, es consciente que si el resultado no es positivo, él será el máximo responsable. “Lo soy desde la tercera jornada. Soy el culpable de todo y lo acepto. Soy el responsable máximo”.