Llegado el día de previa ante la Balompédica Linense, el técnico cadista comparecía ante los medios de comunicación. Raúl Agné espera volver a ver a un Cádiz solvente en casa y dejar atrás al menos hasta el lunes los problemas que el equipo está teniendo fuera de casa. “Queremos seguir la tónica de local. Ser fuertes y no pensar en lo que está pasando de visitante que ya volveremos a planteárnoslo la semana que viene. Ahora hay que pensar en que de local estamos fuertes, que va a ser un rival complicado pero plena confianza en el equipo para sacar este partido adelante”.
Aún tiene varias dudas con jugadores tocados y éstas no se van a despejar hasta el mismo día de partido. “La parte defensiva es la más tocada. Tanto Fran como Andrés tienen buena pinta pero hasta el mismo domingo no decidiremos. Siempre condiciona no poder contar con futbolistas pero haremos un once de garantías”.
El juego del Cádiz ha tenido algunas críticas en las últimas semanas y el técnico comprende que haya enfado por fases de algunos partidos en los que se pierde el control del mismo. El entrenador cadista lo achaca a las continuas pérdidas de balón en ciertos momentos que hace que el equipo desaparezca. Pero de la misma forma no entiende otras cosas que se puedan decir. “La afición es soberana. Siempre he creído que el fútbol es de los futbolistas y de los aficionados. Está claro que la gente está cansada de ver al Cádiz en Segunda B. La exigencia es muy grande y es duro para todo el mundo. Trabajamos para mejorar eso. La crítica es buena porque te hace estar alerta y si es hablando de fútbol está bien. Pero no entiendo ciertas cosas que se dicen. El equipo no está mal porque sea ‘amarrategui’, sino porque pierde muchos balones y se descentra. El equipo no está mal porque Perico tiene un problema con Raúl. Eso es de ser retorcido. El equipo está mal porque pierde balones, lo asumimos y yo soy el máximo responsable. Intentaremos mejorar ese fútbol porque cuando el equipo tiene momentos brillantes sí es determinante. Pero también tenemos esas fases en las que el equipo parece salirse del partido pero no porque se eche atrás sino porque no hay continuidad con balón. Eso es así. Y si queremos hablar de cosas que el equipo hace mal, hablemos de esto y lo asumo. Pero no hablemos de otras cosas que no son verdad. Eso no hace ningún bien. La afición silba porque ve que perdemos balones fáciles y eso le irrita. No me sorprende porque es la idiosincrasia de aquí, al igual que veo normal que me toque a mí. A todos los entrenadores les habrá pasado algo parecido. Eso me da igual. Pero sí creo que hay cosas que no vienen a cuento, que tienen un trasfondo que no lleva a nada. No me mosquea que se me critique sino que digan mentiras”.
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