Raúl Agné ha explicado en más de una ocasión que comprende que se apunte al entrenador cuando los resultados no acompañan ya que es algo que forma parte del fútbol. El domingo tras la derrota en El Palo también asumía su responsabilidad en los números del equipo, que fuera de casa están muy lejos de lo esperado. Ahora tiene ante sí un encuentro muy importante con algo más que tres puntos en juego porque de no ganar el domingo en Carranza ante el Lucena, el Cádiz podría perder esa cuarta plaza de playoff que ahora conserva.
Se puede decir que el conjunto amarillo está en estos momentos en el punto más comprometido de la temporada y la figura del entrenador aparece, cada vez para más aficionados, como la responsable de todo ello.
Más allá de las sensaciones que viene dejando el equipo en las últimas jornadas, las lesiones que han mermado al equipo durante toda la campaña, las expulsiones recibidas a lo largo de la misma o de los errores individuales que han acabado costando partidos como el del pasado domingo, las miradas se centran en Agné y en qué situación podría encontrarse en estos momentos.
Lo cierto es que cualquier decisión con respecto a su futuro solo pueden tomarla los administradores concursales, que son actualmente los encargados de dirigir al club tanto en el plano económico como patrimonial. Su cese llevaría implícito un desembolso para las arcas del club que en estos momentos quizás no se pueda permitir. Además, ante la ausencia administrativa del Consejo de Administración, apartados judicialmente de estas funciones, Raúl Agné ha sido escogido por esos administradores concursales como el pilar deportivo del club.