A pesar de que Raúl Agné asume que su salida puede estar cerca, por la crisis de juego y resultados del equipo, al de Mequinenza no se le pasa por la cabeza dimitir, por lo que deja la pelota en mano de los administradores concursales quienes serán los que tengan que tomar una decisión sobre la continuidad o no del técnico.

En rueda de prensa un Agné apesadumbrado avisaba que "mientras yo tenga fuerzas para tirar de esto, seguiré", aferrándose a un banquillo del que solo lo puede apear los actuales gestores del club, ya que tiene claro Agné que la decisión que tomen con respecto a él "no de pende de mí".

Mientras el Consejo Superior de Deportes no autorice la compraventa de las acciones del Cádiz CF a Locos por el Balón SL, no existirá margen de maniobra para los nuevos propietarios en el club, ni para poner dinero ni para mover ficha con respecto a un entrenador que fue ratificado por los administradores concursales como máximo responsable de la parcela deportiva.

Así pues, son los administradores concursales los que deben tomar la decisión de la continuidad o no de Raúl Agné. Pero para ello hace falta dinero, el que no hay en estos momentos en el Cádiz CF.