Las caras felices de esta consolación eran la de los canteranos que disfrutaron de un partido en el Ramón de Carranza. Uno de ellos fue el lateral Pablo Molina. Que hizo realidad un sueño “Ha sido un sueño jugar con mi gente en la grada. He disfrutado al máximo y corrido al máximo también. Ha sido una pena no haber ganado pero para mí ha sido una alegría debutar en Carranza”

Lamentó el resultado del partido y se queda sobre todo con el primer tiempo. “En la primera parte hemos estado más compactos. En la segunda hemos encajado muy rápido y eso nos ha dificultado”.

Ahora queda seguir trabajando para convencer a Claudio Barragán de que puede tener un puesto cuando sea necesario. “Nuestra meta es la de entrenar a tope para que el míster nos ponga. Dar el máximo y demostrarle en cada entrenamientos que puede contar con nosotros para que cuando el míster lo considere podamos estar siempre.”