Esta temporada el Cádiz tiene más fondo de armario y, lo más importante, jugadores que se pueden adaptar a distintos tipos de partido. La prueba está en los cambios que Claudio realiza dependiendo de si se juega fuera o dentro. “Hay gente que aporta unas cosas que necesitas en ese momento y otros que las necesitas en casa. No es que estén carentes de estas virtudes pero es importante tener ese equilibrio. No puedes tener un equipo en el que todos toquen el violín o todos el tambor. Los hay que tocan las dos cosas pero tienen que aprender a hacerlo más con una o con otra. Hay que buscar el equilibrio”.

No es la primera vez que dice que es injusto tener que hacer una convocatoria de tan solo dieciséis futbolistas en cada partido.  “Queremos que todos se sientan importantes y nadie vea que tiene el puesto asegurado. Para que un futbolista esté en plenitud tiene que tener minutos pero tampoco el resto se sientan al margen. Todos se tienen que sentir valorados. Lo hicimos el año pasado y lo seguiremos haciendo. El otro día jugó gente que lo mismo esta va al banquillo y no está convocado. Pero eso no es porque estemos a disgusto. Deberíamos tener un banquillo de dieciocho”.

Sobre la variedad con la que cuenta dentro del vestuario, espera que eso sirva para tener a todo el mundo enchufado. Un pensamiento que ya puso en práctica la pasada campaña. “Tenemos más variedad. Más gente donde elegir. A mí el equipo me gusta mucho. A medida que van pasando las jornadas va mejorando en todos los aspectos y estamos orgullosos del plantel que tenemos. Pero es importante que no se baje los brazos, que se siga la línea de trabajo. Todos tienen que estar atentos para estar al doscientos por cien como están demostrando. Y eso nos tranquiliza”.