No deja de exigirse, y Claudio Barragán no para de hacérselo ver también, pero Kike Márquez está mostrando su mejor versión desde que fichara por el Cádiz. El sanluqueño recordaba hoy su partido de la semana pasada, en el que destacaba la labor del equipo. “Fue un partido, no solo personalmente sino todo el equipo, con un nivel muy alto durante todo el encuentro que nunca lo había vivido en el Cádiz. Habíamos tenido partidos con minutos muy buenos pero otros en los que nos habían hecho algún gol o lo habíamos pasado más. Pero el del domingo creo que ha sido el partido más completo que hemos hecho desde que estoy en el Cádiz”.

Parte de ese secreto es que, según el centrocampista, “disfrutamos más con y sin balón y así es todo más sencillo. Creo que este domingo ningún compañero quería que se acabara el partido”.

Claudio le está dando minutos y lo agradece. Pero también entiende que haya rotaciones. “Todo futbolista quiere jugar siempre. El que no se cabrea es que no le gusta el fútbol. Pero el míster es el que manda. Él explica que siempre le ha ido bien eso de rotar y que todo el mundo se sienta importante. Y la prueba está que el que entra hace cosas importantes. Eso hace que el nivel se eleve”.

Claudio siempre alaba su fútbol pero de la misma manera le aprieta las tuercas. Kike Márquez reconocía que “mi relación con él es estupenda. Y en los entrenamientos me mete más caña que a nadie. Me dice las cosas a la cara y para mí eso es importante. Antes tenía ratos bueno pero otros que desaparecía. Ahora mantengo más regularidad y me siento mucho más cómodo”.

Hace unas semanas explicaba que todos tienen que mejorar para dar balones a un delantero como Güiza y cree que eso llegará con el tiempo. “Tiene un abanico bastante grande que nosotros no tenemos. Él ve y hace las cosas muy fáciles y nosotros no. Habrá gente que se esperara que llevara ya cinco goles, pero es algo que ni le preocupa al vestuario ni a él. No habrá marcado muchos pero ha dado cuatro o cinco asistencias de gol. EL equipo se beneficia mucho de él. Vive del gol y es lógico que se enfade cuando no marca. Necesita el balón en los pies y si no lo tiene se desespera. Lo entiendo perfectamente pero con el tiempo meterá los goles que debe meter”.

Él, junto a Salvi, forma una buena sociedad con el jerezano dentro y fuera del campo. “Desde que fichó por el Cádiz estamos los tres juntos en Sanlúcar. Se deja querer y todo ha sido muy sencillo con él”.