El Cádiz ayer, además de falta de puntería en sus acciones atacantes, no tuvo fortuna con la actuación arbitral del colegiado. En los primeros compases del partido, concretamente en el minuto siete con el cero a cero inicial en el marcador, Kike Márquez disparaba en el interior del área que un jugador de la zaga local despejaba con su brazo. La insisencia de los jugadores cadistas no sirvieron para nada pues el colegiado no interpretó de esa manera la acción.
Ya en la segunda parte, con 1-0, Wilson Cuero se internaba en el área en un mano a mano con el meta salcedo y era derrobado por Antonio López en una clarísima acción de penalti que tampoco era concedida por el juez de la contienda.