Hoy el Cádiz tenía que jugar en un césped artificial como el del Municipal de la Línea. Ni mejor ni peor sino diferente, pues el conjunto amarillo sabe lo que es ganar en esa misma superficie en las últimas temporadas tanto en Liga como en Copa. Pero este domingo se pudo ver algo que no era tan normal. Una y otra vez los futbolistas del equipo de Claudio Barragán resbalaban sobre él.

En arrancadas con el balón o a la hora de defender a un contrario. En campo propio o en el del rival. Defensas, centrocampistas o atacantes. Como si jugaran sobre un tapete diferente al que lo estaba haciendo su rival. En todo momento daba la sensación de que el Cádiz CF de entre todas las cosas que hizo mal ante la RB Linense, las cuales fueron muchas, también estuvo la de elegir tacos para sus botas.