Claudio Barragán no tenía más remedio que admitir al final del partido ante el Sevilla Atlético que pensar en el primer puesto a estas alturas viene a ser algo así como absurdo. Una reflexión a la que se puede llegar por sí sola con tan solo un vistazo a la tabla clasificatoria. Unas posibilidades que el propio Cádiz CF ha dilapidado en las tres últimas jornadas en las que tan solo se ha conseguido uno de los nueve puntos en juego.

La derrota del Real Murcia este domingo a manos del UCAM hubiera dejado una zona alta muy apretada en caso de que los amarillos hubieran prolongado su buena racha algún partido más de estos tres últimos. Ese frenazo en seco que se produjo al caer derrotados ante el Betis B ha significado dejar atrás cualquier esperanza de estar luchando por el liderato a estas alturas de la competición. Con seis puntos más al Cádiz le saldrían las cuentas de la lechera quedando a un punto de los universitarios y a dos de los pimentoneros. Pero el cántaro se partió en pedazos tanto en la ciudad deportiva bética como en el Municipal de La Línea.

Ahora solo queda pensar en acabar lo mejor posible la liga regular y afrontar el playoff en unas condiciones mínimas para soñar con el ascenso. De ello se tendrán que encargar los jugadores que, aunque hoy mejoraron la imagen de los dos últimos encuentros, siguen estando lejos de ser un equipo fiable. Y cada vez queda menos para conseguirlo.