El técnico del Cádiz Álvaro Cervera comparecía en rueda de prensa previa al partido de ida ante el Racing de Santander. El entrenador amarillo en la misma hacía incidir en su principal mensaje desde su llegada: el orden. “Yo conozco el fútbol desde la parte del orden, del compromiso y del esfuerzo. Estamos en el camino de conseguirlo, jugamos más juntos, somos más solidarios y eso une a la afición. La afición quiere que su equipo gane, pero ver que el equipo pelea, y hemos ganado en juego y entorno”.

Conseguirlo no está siendo fácil porque los resultados no acompañaron tras su aterrizaje al banquillo cadista. “Al entrenador le gusta preparase ganando, y solo ganamos el último partido de Jaén. Teníamos la certeza de que al llegar al playoff íbamos a estar mejor e íbamos a poder poner en marcha lo que queríamos. El proceso fue difícil, pero sirvió porque el equipo cambió mucho, se parecía en un 50 % en playoff a lo que yo quería”.

Mantiene que el buen ambiente reina en el vestuario, pero que no por ello se ha entrado en un clima de euforia o confianza desmesurada. “Vivir en Cádiz y no ser alegre es imposible, pero la incertidumbre de los resultados hacía esconder bromas y chistes. Ahora, dentro del trabajo, se ve a jugadores más sueltos porque eso aumenta el nivel. Sabiendo que no hemos hecho absolutamente nada, que estamos a mitad del camino y queda por asegurar la otra mitad. El equipo está suelto, pero con los pies en el suelo”.

La sensación es que los futbolistas confían en lo que se está haciendo. Pero eso, recuerda Álvaro Cervera, ha sido gracias a ellos mismos. “Los jugadores, sin querer, me dieron la razón a mí porque ellos fueron los que salieron al campo. Yo asumía el fracaso si no salía bien, pero yo creo que el éxito es más de ellos que mío porque ellos son los que se tienen que poner, al fin y al cabo. A mí me enseñaron que cuanto más sepas del rival más posibilidades tienes de vencerle, y yo eso lo hago, nos ponemos a ver vídeos. Esto no garantiza ganar, porque ellos también lo harán, pero nosotros nos fijamos en el rival”.

Tiene la impresión de que el partido en Carranza estará muy reñido, salvo que haya algún condicionante que lo pueda desnivelar de manera clara hacia un lado. “Igual es un partido cerrado, si alguno tiene la suerte de tener alguna ventaja como en una expulsión lo podrá aprovechar, pero me da la sensación de que será un partido cerrado. Es un equipo aguerrido, lo lleva en el ADN por ser un equipo del norte. Será partido cerrado con pocas ocasiones. Ellos han quedado primeros y seguro que es por algo. En el fútbol a veces la inercia gana sin querer y, al contrario, cuando va mal pierde y sin saber por qué. Ellos son buen equipo”.

De su etapa en el Racing, con cinco temporadas como jugador y una más como entrenador, guarda muy buenos recuerdos y mantiene relaciones con personas vinculadas al club. “Suelo hablar mucho con el presidente del Racing porque somos amigos personales, nos vamos de vacaciones juntos, tenemos una buena relación. Fuimos compañeros jugando y somos muy amigos. Va a ser una pena para el otro, pase quien pase, el otro querrá que el otro equipo ascienda. Somos muy amigos desde hace mucho tiempo”.