Era el minuto 68 de partido. Cero a cero en el marcador y Lolo Plá era derribado en el área. El colegiado señalaba la pena máxima y David Sánchez se dirigía al punto de penalti para lanzar. Nervios en la grada. Algunos aficionados se tapaban el rostro o simplemente se giraban para no ver el lanzamiento del centrocampista.
Pero no solo los aficionados. El guardameta cadista Alberto Cifuentes tampoco quiso verlo. El cancerbero albaceteño del Cádiz CF, que en esos momentos defendía la portería de Fondo Sur, se introducía en la misma y con sus manos en la red miraba hacia el graderío donde los cadistas se comían las uñas.
La felicidad llegó cuando todo el Ramón de Carranza festejó el tanto. Cifuentes no pudo contener su rabia y celebró, como todos, que su equipo se ponía por delante en la eliminatoria.