Unos tres mil aficionados cadistas se han dado cita en el día de hoy en Alicante para presenciar el encuentro entre su equipo ante el Hércules. Un partido que devolverá a uno de ellos a la Segunda División. La hinchada amarilla ha pintado de ese color la ciudad alicantina durante toda la mañana, después de dieciocho autobuses llegaran procedentes de la Tacita de Plata y se unieran a otros muchos que ya habían viajado tanto desde Cádiz como desde otros puntos de España a tierras levantinas.
Se han quedado con el sinsabor de poder recibir merecidamente el autobús de su equipo pero poco a poco, y con algunos problemas a la entrada pues han estado retenidos durante una hora, van cogiendo sitio en su grada para dejarse la garganta por su equipo.