Uno de los ausentes de la fiesta del ascenso que el Cádiz CF celebraba el lunes junto con su afición por las calles de la capital gaditana fue el chileno Luis Pavez, que no pudo estar con sus compañeros debido a unos compromisos familiares y fue el único futbolista que no se subió al autobús descapotable ni tampoco acudió ayer a las ofrendas florales a la Patrona y al Nazareno de Santa María.
Quien sí estuvo en el autobús y disfrutó de lo lindo fue Carlos Calvo. El autor del gol de la ida de la eliminatoria contra el Hércules sufrió un percance estando subido en el mismo, al hacerse un corte en la mano con un cristal roto lo que le obligaba a abandonar por unos minutos la celebración para acudir al hospital y recibir varios puntos de sutura. Posteriormente se incorporaba a la fiesta del Ayuntamiento y a las de las Puertas de Tierra.
Pero ayer Carlos Calvo también se ausentó en las ofrendas florales institucionales, al acudir de nuevo al hospital para realizarse la cura de la herida en compañía de Migue.