El duelo que este domingo a partir de las diez y media de la noche se disputará en el Ramón de Carranza, tendrá como contendientes a dos equipos con objetivos muy diferentes. El Cádiz CD disfruta de su primer encuentro de la temporada en el Ramón de Carranza después de lograr un punto en Almería y con la ilusión de seguir creciendo en su regreso a la Segunda División. Frente a él, un RCD Mallorca que llega de perder y de poner en el disparadero a su entrenador tras caer derrotado ante el Reus en la primera jornada.
Es realmente absurdo tomar como fiables las sensaciones de cualquiera de las dos escuadras tras esa primera jornada. Menos aún en una categoría como ésta en la que hay nada menos que 42 partidos en juego. Pero el fútbol es así y los bermellones tendrán que saber convivir con esa presión añadida que los amarillos ya vivieron en su momento en Segunda B y que ha supuesto ya para Fernando Vázquez un aluvión de críticas tras ese primer capítulo en el Iberostar Estadio. Sobre todo, por la utilización de un dibujo táctico con tres centrales que a pocos acabó de gustar. A pesar de la tranquilidad que intenta transmitir el técnico gallego, ya ha avisado que los suyos deberán demostrar más personalidad en la Tacita de Plata.
Por parte del Cádiz CF, Álvaro Cervera podrá contar con algunas más de las caras nuevas de la temporada. Aunque el once inicial no parece que ofrecerá muchos cambios, sí desde el banquillo deberían aparecer jugadores recién llegados y llamados a ser titulares en las próximas semanas.
Lo que sí es seguro es que el Ramón de Carranza tendrá un ambiente festivo, pero también cargado de ánimos hacia su equipo y presión hacia el rival. La afición cadista ha comprendido desde la pasada temporada la importancia de la pelea en cada centímetro del césped y eso mismo es lo que pretende transmitir Cervera desde su llegada.