El Cádiz CF tiene en la punta del ataque un hombre de los que llevan la palabra gol tatuada en la frente: Alfredo Ortuño. El delantero murciano, propiedad de Las Palmas, es uno de los máximos goleadores de la categoría con tres tantos, uno en cada duelo disputado. Almería, Mallorca y Mirandés han sido sus víctimas.
Completó lo que le faltaba para colocarse como el hombre más destacado del equipo de Álvaro Cervera, la asistencia. Aunque no es la tarea de un nueve, ayer Ortuño hizo de pasador para colocarse así como único asistente del Cádiz, puesto que los anteriores goles (marcados por él) llegaron tras un rechace del portero o desde el punto de penalti. Ayer Alfredo se encargó de inaugurar la lista de asistentes de la escuadra gaditana.
De espaldas a portería recibía el balón Ortuño en el minuto 32, con el cero a uno en el marcador de Anduva, abriendo con una sutil vaselina a la derecha para la llegada de Salvi, que se sacaba de la chistera un magnífico trallazo de primeras para quitar las telarañas a la escuadra de la portería burgalesa. Un golazo y una gran asistencia que fueron empañados con todo lo que ocurrió después.