Saúl Ais Reig fue el árbitro encargado de dirigir el partido del pasado sábado entre el CD Mirandés y el Cádiz CF cuyo resultado, ya por todos conocido, no ha pasado desapercibido por cómo se dio, por la trascendencia y sobre todo por el cúmulo de decisiones más que cuestionadas protagonizadas por el árbitro alicantino.

Sin duda marcó el partido la expulsión en el minuto 35 de Gorka Santamaría, que primero veía una tarjeta en el minuto 32 de partido, tras la celebración del segundo gol del Cádiz CF -el golazo de Salvi-, por "retrasar la puesta en juego del balón con ánimo de perder tiempo, haciendo caso omiso de mis instrucciones" y luego en el 35 vio otra amarilla por "sujetar a un adversario, derribándole e impidiendo su avance en la disputa del balón".

Aunque deportivamente el equipo cadista ya piense en el Levante UD para la Copa del Rey, en los despachos de Plaza de Madrid apuran para presentar un recurso por las tarjetas amarillas a Santamaría y para ello los servicios jurídicos del club ya están analizando pormenorizadamente todos los documentos videográficos que están a su disposición.